¿Cómo liberarme si no dispongo de una válvula de escape?

Nuestra experiencia colectiva nos enseña que la sobriedad sexual nos libera de la necesidad compulsiva de tener relaciones sexuales.

Tratamos de colocar el instinto por la intimidad sexual en el lugar que le corresponde, esto es, para la reproducción y para establecer vínculos sanos con nuestro cónyuge. Cuando renunciamos a la lujuria y a los estímulos sexuales, desaparece la necesidad obsesiva de sexo.